lunes, agosto 28, 2006

MERA CIENCIA-FICCIÓN.

No fue por culpa de mi corazón escéptico o de mi soplapollez congénita, ni siquiera fue la cosa de que nada me importa un comino –por eso me apodaron el ácrata-, sino que no tuviste en cuenta una sencilla variable.

Siempre les pedía lo mismo a mis amantes.


-¡Háganlo! Por el amor de Dios, ¡suicídenme!-.


No era moco de pavo ni nunca dije que lo fuese.


Las más corrientes clonaban sus respuestas en mi oído.


-¿Qué te suicide? ¿De qué hablas? Calla y come-.


Ahí debía ser yo claro y conciso e imponerme.


-Que me suicides es que me vuelques a quitarme la vida-.


Y todas, comunes o extrañas guapas y feas, acaban por pensar lo mismo.


-Te pone el sado-.


Yo prefería proponer varios modus operandi de la cosa y prescindir del desviado sexto sentido femenino.


-Me puedes humillar denigrar reprimir deprimir vejar amar o querer; o si lo prefieres, sencillamente sé realista y dime qué guerra empezó hoy.


No todas daban le daban a uno la oportunidad de explicarse mejor.


-Me voy ahí te quedas loco ¿me hablas en serio? estás grillado ¿qué quieres de mí? ¿tengo cara de que me vaya lo raro? cerdo degenerado maníaco sexual necrófilo-.


Solían ser sus respuestas.

Hasta que te encontré a ti.
Tú sí sabías encaminarme al suicidio de forma magistral.

-¿Qué fue primero el huevo o la gallina? ¿hay vida después de la vida? ¿existe Dios? ¿amor o sexo? ¿estamos solos o acompañamos?-.


Pura filosofía perenne. Todo un logro.

Incluso tu método hizo migas con mi ansiedad y potenció mi desesperación.

Sólo tuviste un fallo.

Tus preguntas son mera ciencia-ficción.

LEÓN HURTADO.

6 comentarios:

El inquilino dijo...

Hola Amigos y amigas. Mañana, después de 10 días de mi intento frustado de suicidio, me dan el alta.
Quiero saber ahora sus gustos, ¿qué piensan amigos, de un suicidio televisado y en directo? Sí, ya sé que es fiel reflejo de esta sociedad morbosa y fría pero, ¿hay alguien que opine distinto o lo contrario?

Anónimo dijo...

Dicen que la muerte debe ser algo muy íntimo, pero gracias a su suicidio televisado José Luís Sampedro pasó a la historia. ¡Y de qué modo! Del mejor modo, a través del cine.

Anónimo dijo...

¿Al estilo del gallego protagonista de Mar Adentro, J.L. Sampedro?

Anónimo dijo...

León...
Se nos fueron las fuerzas para creer en la soledad?
Que hay de la desaparición humilde y digna?
Quizás me voy pasando de moda, pero yo en la muerte espero encontrarme desnudo y desarmado entre la nada y el eterno, sin espectadores de por medio.
Y ahora me lanzo de lo sentimental al exceso. Porque, aunque no te conozco, me niego a imaginarte regalando el vuelo cósmico de tus 21 gramos de alma a un programa morboso de la tarde, entre pedos, siesta, sofá, patatas fritas...
Lo ves, León? Ya me puse excesivo, es lo que tienen estas horas, en fin, lo siento... Pero... que tal te parece morir como has vivido, creer una vez más en la belleza, buscarte un suicidio con estilo?
En fin, son sólo sugerencias, es fácil hablar para otros... seguramente, si fuera yo el que tuviera que morir, me quedaría calladito en el bar, tomando cañas hasta que a la muerte le diera la gana de venir a pagar mi cuenta.

Anónimo dijo...

La muerte puede ser una obra de arte. Es cierto que se considera a la muerte como un paso íntimo, como el fin individual de la vida material, pero ¿por qué no considerarla también una obra de arte y compartirla con los demás? Yo sí te animo a mostrarla al mundo. ¿Mortar tu miseria? Si eres un miserable sí, si no, eres un artista..tal vez hasta genial.

El inquilino dijo...

Lector: En el cine, todo es mentira... Ya le hubiese gustado a Sampedro ser Javier Bardem.

Malinche: No a su estilo sino al mío. Poéticamente...

Pirata honrado: Se puede decir de otro modo, pero no más claro y bello como lo dices tú. ¿Cansado de la Soledad? ¿Y quién no, aunque sea de uvas a peras y de rabos a rábanos? Si esperas a la muerte en un bar deflejado en el amarillo de una chela, mira a tu alrededor, quizá yo también me encuentre allí y deba la muerte inviarnos a los dos.

Anónimo: bienvenida, voz disidente. ¿Arte, la muerte en tv? No, sólo show business del más zafio. ¿No crees?