lunes, agosto 14, 2006

EL PAYASO


Le pregunté al Payaso:

-Señor P, verá usted, soy viejo y no deseo vivir más, ¿sería usted tan amable de matarme de risa?

Me miró de arriba abajo y me dijo:

-¿Apoco tiene usted tres novias, una limo negra y vive en una mansión de Hollywood Hills?
-No. Pero no entiendo qué tenga que ver una cosa con la...
-Ah, en ese caso…Tome.

Se quitó el sombrero, la peluca y la nariz de hule rojo y como quien echa un costal de papa al carro de la compra, dejó caer todo su atrezzo sobre mis manos de uñas transparentes.

-Hágalo usted mismo, suicídese. Ánimo, me sé un chiste buenísimo.
-¿Cuál?
-Un viejo le pregunta al señor P si le puede matar de risa.
-¿Y qué responde aquél?
-Ahora el payaso es usted.

Recogí mis bártulos, caminé la ciudad mientras la noche despuntaba entre el ocre de la contaminación y una vez en casa, frente al espejo que adorna la salida de emergencia, me dije vestido de payaso:

-Tengo tres novias, una limusina negra estacionada en la calle y un traje de payaso en mi casa en Hollywood Hills.

Faltó bien poco para morirme de la risa al recordar qué fácil es dejarlo todo en manos de otro, sin obtener ningún resultado.

LEÓN HURTADO

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué payaso tan horrible!!

El inquilino dijo...

Miranda: Horrible-horrible...no es para tanto, ¿no? pero feo sí que lo es un buen rato aunque, todo hay que decirlo, cuando le tomé la foto andaba bien acompañado por una guapa muchacha mestiza.